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El sistema de juego de tres centrales y dos carrileros es una de las formaciones que más de moda están en el fútbol actual. Muchos equipos buscan una mayor solidez defensivas introduciendo un central más y que los carrileros puedan coger más altura. Por este motivo, resulta relevante entender cómo enfrentar con el sistema 3-5-2 a uno de los más utilizados en el mundo del fútbol, el 4-4-2.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que no hay un solo sistema de 4-4-2 y dependerá de cuáles sean los movimientos que realice el equipo. Sin embargo, la disposición más utilizada permite identificar algunos espacios en los que se debe incidir para causar peligro al rival. Estos son detrás de los delanteros, que son la primera altura interior en la zona central y la base lateral a los costados de los atacantes; los cuadrados interiores y el central que se genera detrás de la línea defensiva; y los pasillos exteriores que pueden aprovechar los carrileros al coger altura.

Cómo enfrentar con un 3-5-2 un sistema de 4-4-2

Cómo salir de la presión rival al salir con 3-5-2

El central del medio puede ser el que inicie esta salida de balón para que este sea el que juegue con el central que queda libre. En caso de que el delantero tape línea de pase con ese defensor libre, dejaría espacio en el medio, por lo que el poseedor del balón podría jugar con el tercer hombre, en este caso el pivote, para que sea él el que juegue con el central de uno de los costados y que pueda avanzar.

Incluso si el mediocentro que baja a recibir tiene espacio y tiempo, se puede jugar directamente con él para que gire y combine con los jugadores de ataque, aunque para esta situación se debe contar con un pivote con un buen manejo de balón porque es una posición arriesgada.

Si queremos aprovechar a nuestro portero en salida de balón, podemos ubicar al central del medio en un costado y que el de un lado esté más abierto para generar superioridad en una banda. También se puede ubicar uno de los centrales a la altura del pivote para generar superioridad por dentro, pero tiene que contar con una gran salida de balón.

Situación con el rival en bloque medio o bloque bajo

En la base se disponen los tres centrales con el del medio un poco retrasado para generar dos líneas de pase. Al tener superioridad en esta línea, con conducción y circulación se puede obligar a que basculen los delanteros y encontrar en el otro lado el espacio. Una vez saltada la primera línea, los jugadores ofensivos pueden ocupar esos espacios entre líneas anteriormente mencionados o aprovechar a los carrileros por fuera.

Situaciones defensivas del 3-5-2

En una presión alta, se puede optar tanto por marcaje zonal como al hombre. En un marcaje en intermedias, los jugadores se quedan entre los dos jugadores cercanos a su posición, para a partir de ahí, dependiendo de dónde juega el portero, el equipo bascule y cierre en la zona de balón. El problema de esta situación es que si el delantero cae a banda, el central se podría enfrentar a un uno contra uno.

Si el equipo rival sale jugando, el delantero del lado del balón presiona al central. El carrilero de ese mismo costado salta al lateral y la línea defensiva se convierte en una de cuatro con el carrilero opuesto cerrando como lateral.

En situaciones de un bloque medio o bajo con un 3-5-2, la fortaleza del rival está en las bandas al tener un lateral y un extremo contra un carrilero. Para compensar, el interior puede ir a banda y que bascule todo el equipo, pero deja algo más desprotegida la zona central. Otra opción es, al igual que en presión alta, que el carrilero salte al lateral del lado fuerte y la defensa se recomponga con una línea de cuatro con el carrilero del lado débil haciendo de lateral, formando una especie de 4-4-2 en defensa.